La
empatía
consiste en “ponerse en el lugar de los demás”, es la capacidad que nos permite
entender los sentimientos, actitudes y comportamientos de otras personas.
No implica
sentir compasión, sino comprensión.
No implica
justificar sus actos, solo entenderlos.
Partiendo de estas
premisas, podremos avanzar un paso más en la búsqueda de posibles alternativas
ante la presencia de un problema, especialmente porque podremos aplicar el
principio de reversibilidad en nuestra mente.
Este principio consiste en
plantearse la posibilidad de que la dirección de nuestro pensamiento esté yendo
en una dirección equivocada, y por lo tanto, quizá debamos cambiar la
perspectiva.
Un
ejemplo claro lo podemos hallar cuando ejercemos la labor de maestros o
maestras. Ante el reto de educar a un niño que tiene una conducta negativa, la
primera idea que nos suele venir a la cabeza es la de ¿cómo puedo hacer para que modifique su comportamiento?. Eso nos
lleva a toda una serie de ideas y acciones para que ese niño se “porte bien”,
como intentar con castigos, riñas, ignorarle, etc…
Cuando
lo que deberíamos hacer es plantearnos las siguientes preguntas:
1. ¿Siempre
se ha portado así?
Es probable que la respuesta sea
negativa. Nadie tiene un comportamiento fijo, sino que cambia según vamos experimentando
con la vida y las personas que nos rodean.
2. ¿Cuándo
empezó a portarse así?
Suele haber un antes y un después, aunque no siempre somos conscientes de ello.
3. ¿Qué
hay detrás de un niño que empieza a suspender cuando siempre sacaba buenas
notas?
Quizá debemos indagar en el motivo por el
que ahora no hace bien las cosas: ¿le atendimos adecuadamente cuando lo hacía
bien?
4. ¿Qué
hay detrás de un niño que siempre ha sido obediente y de pronto empieza a
desafiar a sus figuras de autoridad?
Quizá debemos empezar a pensar que cuestionárselo
todo es parte necesaria de su aprendizaje.
5. ¿Qué
hay detrás de un niño con mirada triste?
A veces sobrevaloramos la sensación de
felicidad en la infancia, pero cuando la tristeza de un niño se prolonga en el
tiempo, es señal de que está sintiendo algo importante y necesita apoyo.
Por
último debemos reflexionar y aplicarnos la autocrítica para comprender cómo se
sienten nuestros alumnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario