viernes, 21 de junio de 2013

PENSAMIENTO CRÍTICO

El pensamiento crítico es una habilidad valiosa para las personas de todas las edades. Ser capaz de aplicar el pensamiento crítico puede ayudar a los niños a desarrollar el razonamiento y la lógica necesaria para resolver problemas y considerar diferentes perspectivas.


Podemos ayudar a los niños en el descubrimiento de algunas de sus posibilidades intelectuales al animarles a pensar de manera crítica siguiendo los siguientes pasos:

1
Ayudar a que nuestros alumnos desarrollen un pensamiento crítico haciéndoles preguntas. Planteándoles algunas que no puedan ser respondidas con un simple "sí" o "no" y que requieran una gran cantidad de información detallada. Este tipo de preguntas pueden animar a los niños a responder en detalle sin tener que preocuparse de si están o no dando la respuesta correcta.
2
Inculcar en nuestros alumnos el valor de hacer preguntas y sobre todo de cuestionar los supuestos y premisas, que son el corazón del pensamiento crítico. Hacerles ver que nunca deben tener miedo de hacer preguntas. Hacerles saber que si no están seguros acerca de algo, tienen que preguntar. Los maestros debemos hacer el esfuerzo para responderles de la manera más eficaz y precisa que podamos. Además, debemos hacer un esfuerzo especial para mostrarles nuestro interés cuando respondemos a sus preguntas. Nunca debe  parecer que lo hacemos como una tarea.
3
Fomentar la lectura. La lectura es otro de los caminos para el pensamiento crítico. La lectura hace que un niño utilice la creatividad, parte esencial del pensamiento crítico.
4
Una actividad que puede ayudar a ejercitar las habilidades de pensamiento crítico de un niño es la toma de decisiones. Enseñar a los niños a tomar decisiones y a comparar  lo que es bueno y malo acerca de algo antes de llegar a una decisión final. Debemos enséñales a cuestionar los supuestos y premisas fáciles y el proceso lógico que conduce a conclusiones. Si toman una decisión de la que más tarde se arrepienten, debemos ayudarles a entender que el error es una oportunidad para aprender.
5
Discutir con nuestros alumnos la organización de la información. Al ayudar a los niños a pensar críticamente, fomentamos su primer intento de romper la información en secciones más pequeñas. Cuanto más pequeñas sean las secciones de información, más fácil pueden ser evaluadas. 
6
Pedirles que den una respuesta por su cuenta. Si un niño hace una pregunta, pedirle de vez en cuando que él trate de responder por su cuenta. Ofrecerle un poco de práctica en las habilidades de pensamiento crítico, desde la comparación de los puntos buenos y malos hasta la consideración de la causa de una situación o un concepto.
7
Estimular la inteligencia de nuestros alumnos. Debemos refrescarles la mente al hacer que solucionen problemas a través de juegos y tareas. Combinando las posibilidades que nos ofrece el uso de problemas aritméticos, rompecabezas y juegos de mesa que incluyan la ortografía y la formación de palabras.
8
Por último, debemos ser pacientes. Contestando las preguntas curiosas de un niño o escuchando sus hipótesis, y siempre mostrando el mayor interés en lo que está haciendo. Nuestra atención puede servir como parte del refuerzo y apoyo que necesitan para continuar mejorando sus habilidades de pensamiento crítico.

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