Más de 40 años después, ya sabemos que la enseñanza no garantiza el aprendizaje y que,
incluso a veces, lo limita.
Algunos
docentes son exageradamente autoritarios…
Otros
solo repiten lo escrito en los libros…
Y
otros intentan hacer algo aunque estén totalmente confundidos…
Y
así, cada docente hace lo que sabe, lo que puede, o lo que quiere…
La
educación conductista es demasiado limitadora por la memorización y el
mecanicismo. Como el aprendizaje de las tablas de multiplicar, el aprendizaje
de las reglas ortográficas…
Hay
una frase que identifica a Ausubel como un precursor del congnoscitivismo:
“valora lo que un estudiante ya sabe y actúa en consecuencia”. Con esto propone
que todo aprendizaje debe partir de un conocimiento previo. En la actualidad el
aprendizaje ya no se sustenta en un modelo, porque depende de múltiples factores.
Y no se da del mismo modo, ni en las mismas condiciones, ni en el mismo grado,
en dos o más personas. Porque el aprendizaje es una experiencia múltiple y
singular.
Sin
embargo, todos los aprendizajes son producto de la percepción y del pensamiento
asociativo y se memorizan primero para luego ser recuperados, por ejemplo, en
un examen, o en la vida laboral, o en las relaciones interpersonales.
Lo
que hace complejo el aprendizaje son las diferentes maneras de interiorizar la imagen o el concepto. A
través de los canales visual, auditivo, sensorial… De modo que hay aprendizajes
que se sustentan en la percepción visual, otros en la percepción auditiva, y
otros en la percepción sensorial y en la psicomotricidad. Aunque, generalmente,
aprendemos por los tres canales, también es cierto que preferentemente usamos
uno de ellos. El aprendizaje es, más bien, algo que se construye entre lo que
se ve, lo que se escucha y lo que se piensa.
La
psicología cultural determina la disposición de aprender o ser enseñado. Pone
el énfasis en el contexto familiar, es decir, que éste facilita o limita el
proceso de aprender. El resultado es que el mundo social está construido por
todos, e interactuando entre todos construimos también el mundo del
conocimiento.
Piaget
y Vigotsky definen de diferente manera el contexto en que se da el aprendizaje.
Piaget lo
ubica en la realidad natural y artificial del niño; y lo sustenta en los
esquemas circulares primarios, que definen el estilo de aprendizaje futuro.
Vigotsky lo
sitúa en el mundo social y cultural y define la zona de desarrollo próximo como
resultado de la cercanía afectiva y la confianza que genera el ambiente.
Y
entonces, el aprendizaje ya no es algo que se recibe o se adquiere de la
enseñanza, sino una construcción social en la que intervienen los demás,
incluido el maestro, pero no como figura administradora. Porque hay dos formas
de aprendizaje: el inducido y el que asumimos nosotros emocionalmente.
Como
conclusión podemos decir que el aprendizaje significativo se construye a partir
de una negociación social, es decir, que el individuo aprende sólo aquello que
le es útil para la construcción de su propia identidad. Y esto le lleva a crear
una visión del éxito para sí mismo, y para la comunidad.
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