jueves, 18 de abril de 2013

Aprender o Ser Enseñado

Hasta los años 70 del siglo pasado, “Yo enseño: tú aprendes”, era el paradigma básico de la educación. Pero esto ha significado manipulación de conducta. Y no realización, desarrollo y crecimiento personal. Pues el conocimiento no se transmite, se comparte, siempre que la comunicación llegue a darse en un plano de igualdad. Porque comunicar es compartir un mismo lenguaje de palabras, sentimiento y pensamiento.
Más de 40 años después, ya sabemos que la enseñanza no garantiza el aprendizaje y que, incluso a veces, lo limita.
Algunos docentes son exageradamente autoritarios…
Otros solo repiten lo escrito en los libros…
Y otros intentan hacer algo aunque estén totalmente confundidos…
Y así, cada docente hace lo que sabe, lo que puede, o lo que quiere…

La educación conductista es demasiado limitadora por la memorización y el mecanicismo. Como el aprendizaje de las tablas de multiplicar, el aprendizaje de las reglas ortográficas…

Hay una frase que identifica a Ausubel como un precursor del congnoscitivismo: “valora lo que un estudiante ya sabe y actúa en consecuencia”. Con esto propone que todo aprendizaje debe partir de un conocimiento previo. En la actualidad el aprendizaje ya no se sustenta en un modelo, porque depende de múltiples factores. Y no se da del mismo modo, ni en las mismas condiciones, ni en el mismo grado, en dos o más personas. Porque el aprendizaje es una experiencia múltiple y singular.

Sin embargo, todos los aprendizajes son producto de la percepción y del pensamiento asociativo y se memorizan primero para luego ser recuperados, por ejemplo, en un examen, o en la vida laboral, o en las relaciones interpersonales.

Lo que hace complejo el aprendizaje son las diferentes maneras de  interiorizar la imagen o el concepto. A través de los canales visual, auditivo, sensorial… De modo que hay aprendizajes que se sustentan en la percepción visual, otros en la percepción auditiva, y otros en la percepción sensorial y en la psicomotricidad. Aunque, generalmente, aprendemos por los tres canales, también es cierto que preferentemente usamos uno de ellos. El aprendizaje es, más bien, algo que se construye entre lo que se ve, lo que se escucha y lo que se piensa.

La psicología cultural determina la disposición de aprender o ser enseñado. Pone el énfasis en el contexto familiar, es decir, que éste facilita o limita el proceso de aprender. El resultado es que el mundo social está construido por todos, e interactuando entre todos construimos también el mundo del conocimiento.

Piaget y Vigotsky definen de diferente manera el contexto en que se da el aprendizaje.
        Piaget lo ubica en la realidad natural y artificial del niño; y lo sustenta en los esquemas circulares primarios, que definen el estilo de aprendizaje futuro.
     Vigotsky lo sitúa en el mundo social y cultural y define la zona de desarrollo próximo como resultado de la cercanía afectiva y la confianza que genera el ambiente.

Y entonces, el aprendizaje ya no es algo que se recibe o se adquiere de la enseñanza, sino una construcción social en la que intervienen los demás, incluido el maestro, pero no como figura administradora. Porque hay dos formas de aprendizaje: el inducido y el que asumimos nosotros emocionalmente.

Como conclusión podemos decir que el aprendizaje significativo se construye a partir de una negociación social, es decir, que el individuo aprende sólo aquello que le es útil para la construcción de su propia identidad. Y esto le lleva a crear una visión del éxito para sí mismo, y para la comunidad.

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