El pensamiento crítico es una habilidad valiosa para las
personas de todas las edades. Ser capaz de aplicar el pensamiento crítico puede
ayudar a los niños a desarrollar el razonamiento y la lógica necesaria para
resolver problemas y considerar diferentes perspectivas.
Podemos ayudar a los niños en el descubrimiento de algunas de
sus posibilidades intelectuales al animarles a pensar de manera crítica
siguiendo los siguientes pasos:
1
Ayudar a que nuestros alumnos
desarrollen un pensamiento crítico haciéndoles preguntas. Planteándoles algunas
que no puedan ser respondidas con un simple "sí" o "no" y
que requieran una gran cantidad de información detallada. Este tipo de preguntas
pueden animar a los niños a responder en detalle sin tener que preocuparse de
si están o no dando la respuesta correcta.
2
Inculcar en nuestros alumnos
el valor de hacer preguntas y sobre todo de cuestionar los supuestos y
premisas, que son el corazón del pensamiento crítico. Hacerles ver que nunca
deben tener miedo de hacer preguntas. Hacerles saber que si no están seguros
acerca de algo, tienen que preguntar. Los maestros debemos hacer el esfuerzo
para responderles de la manera más eficaz y precisa que podamos. Además, debemos
hacer un esfuerzo especial para mostrarles nuestro interés cuando respondemos a
sus preguntas. Nunca debe parecer que lo
hacemos como una tarea.
3
Fomentar la lectura. La
lectura es otro de los caminos para el pensamiento crítico. La lectura hace que
un niño utilice la creatividad, parte esencial del pensamiento crítico.
4
Una actividad que puede
ayudar a ejercitar las habilidades de pensamiento crítico de un niño es la toma
de decisiones. Enseñar a los niños a tomar decisiones y a comparar lo que es bueno y malo acerca de algo antes de
llegar a una decisión final. Debemos enséñales a cuestionar los supuestos y
premisas fáciles y el proceso lógico que conduce a conclusiones. Si toman una
decisión de la que más tarde se arrepienten, debemos ayudarles a entender que
el error es una oportunidad para aprender.
5
Discutir con nuestros alumnos
la organización de la información. Al ayudar a los niños a pensar críticamente,
fomentamos su primer intento de romper la información en secciones más
pequeñas. Cuanto más pequeñas sean las secciones de información, más fácil pueden
ser evaluadas.
6
Pedirles que den una
respuesta por su cuenta. Si un niño hace una pregunta, pedirle de vez en cuando
que él trate de responder por su cuenta. Ofrecerle un poco de práctica en las
habilidades de pensamiento crítico, desde la comparación de los puntos buenos y
malos hasta la consideración de la causa de una situación o un concepto.
7
Estimular la inteligencia de
nuestros alumnos. Debemos refrescarles la mente al hacer que solucionen
problemas a través de juegos y tareas. Combinando las posibilidades que nos
ofrece el uso de problemas aritméticos, rompecabezas y juegos de mesa que
incluyan la ortografía y la formación de palabras.
8
Por último, debemos ser
pacientes. Contestando las preguntas curiosas de un niño o escuchando sus
hipótesis, y siempre mostrando el mayor interés en lo que está haciendo.
Nuestra atención puede servir como parte del refuerzo y apoyo que necesitan
para continuar mejorando sus habilidades de pensamiento crítico.